Ante la pandemia del Coronavirus COVID-19, una medida adoptada globalmente es la cuarentena para casos tanto confirmados o potenciales, como también el distanciamiento social y aislamiento preventivo para el resto de la población. Cuando nos encontramos en una cuarentena quedamos expuestos a la aparición de ciertas reacciones emocionales y psicológicas. Es sumamente importante la detección y el afrontamiento de estos signos debido a que, con el tiempo, podrían indicar la presencia de una problemática mayor o trastorno psicológico.
Entre los trastornos psicológicos relacionados a cuarentenas, situaciones graves y catástrofes, se pueden nombrar al trastorno de estrés agudo (TEA) o el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Si encuentra en cuarentena de forma preventiva, podría estar experimentando algo de lo siguiente:
- No lograr dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad o tener gran preocupación por enfermar.
- Estar constantemente analizando sus sensaciones corporales e interpretarlas como síntomas de enfermedad, siendo éstas sensaciones normales y no la sintomatología descripta para COVID-19.
- Necesitar estar permanentemente recibiendo noticias sobre este tema.
- Agitación o tensión, nerviosismo, sensación de peligro inminente, terror y/o pánico.
- Dificultad para concentrarse o interesarse por otros temas distintos al COVID-19.
- Problemas para trabajar o realizar tareas cotidianas adecuadamente.
- Experimentar preocupaciones constantes sobre el estado de salud de sus familiares.
- Dificultad para conciliar, mantener ritmos de sueño habituales y lograr un descanso reparador.
- Experimentar aceleración en su respiración y ritmo cardíaco, temblores, sudoración, rubor facial.
Si algo de lo anterior le sucede, es recomendable seguir las recomendaciones de protección psicológica que a continuación se describen.
Recomendaciones de protección psicológica
Evitar la sobre información o el exceso de información
Es aconsejable limitar la duración y la frecuencia con la que se toma contacto con la información en las redes sociales. Estar al tanto a cada minuto de cada nueva actualización puede ser un estímulo contraproducente, por lo que deshabilitar notificaciones constantes o programar la recepción de una notificación al día de sitios de noticias o redes sociales puede ser una buena opción.
Selectividad con las fuentes de información
Las fuentes dudosas de información como audios, videos o textos que circulan en redes sociales como Facebook o aplicaciones de comunicación como WhatsApp, deben tratarse con mucho cuidado ya que pueden conducir a preocupaciones desmesuradas, reacciones de pánico y en consecuencia, tener un gran costo sobre su salud mental. Es importante encontrar fuentes confiables de información y quedarse con ellas. Es recomendable elegir una fuente nacional o local confiable, para saber qué pasa cerca nuestro, y una fuente internacional que demuestre seriedad y confiabilidad.
Seleccionar fuentes de apoyo beneficiosas
Es importante identificar fuentes de apoyo saludables en el propio entorno. Por ejemplo, personas muy abrumadas o que estén experimentando grandes montos de miedo no pueden brindar el apoyo a personas que vivencias los mismos grados de ansiedad, angustia o miedo. Idealmente, sería más apropiado seleccionar a personas de su entorno que muestren una mejor regulación de sus emociones.
En caso de no contar con esos apoyos y/o resultar muy difícil manejar los niveles de preocupación, ansiedad y miedo, buscar ayuda profesional es una opción válida. Iniciar un proceso de consulta o asesoramiento como también, un tratamiento médico o psicológico.
Mantenga sus rutinas e incorpore nuevas actividades en su hogar
Si tiene la posibilidad de trabajar de forma remota, encuentre un lugar cómodo en su casa, trate de respetar su horario laboral y tome las pausas habituales. Es muy importante mantener a diario las rutinas de cuidado personal, como tomar una ducha o vestirse al levantarse, alimentarse en horarios regulares, etc..
Realizar actividades creativas o productivas estimulará procesos cognitivos saludables o adaptativos, a la vez que nos permitirá estar menos pendientes de estímulos nocivos o innecesarios, tal como sucede con el exceso de información. Por otra parte, realizar en el hogar alguna actividad física o alguna actividad manual que involucre movimiento corporal, va a representar una fuente de descarga psicofísica que funcionará como un aliviador de ansiedades.
Validar tus propias emociones y las del resto
Las emociones son estados y reacciones psicofísicas transitorias. Ante una amenaza o situación de peligro es válido experimentar ansiedad y miedo, que es una señal de alarma que nos sustrae de la situación peligrosa. Lo importante es reconocer, comprender y contextualizar esos miedos para darles una dimensión adecuada. Es importante activar la empatía y la compasión tanto para con uno mismo como para con otros.
Personas consideradas con mayor riesgo
Si de acuerdo a la información sanitaria se lo considera a usted población de riesgo, por otras condiciones de salud preexistentes o patologías crónicas, por edad avanzada, por estar inmunodeprimido, etc., puede quedar expuesta/o a medidas de aislamiento.
Debe considerar que vivir una situación de aislamiento puede conducirle a sentir estrés, miedo, ansiedad, angustia, sentimientos de soledad, irritabilidad, retraimiento, frustración, aburrimiento, enojo y desesperanza. Por ello, es muy importante seguir las recomendaciones de protección psicológica antes enunciadas.
Conexión con seres queridos
Comuníquese y conecte a diario o regularmente con seres queridos o vínculos significativos. Si no los tiene, acuda a líneas telefónicas o canales online de contención u organizaciones de voluntarios que estarán dispuestos a ayudarle.
Trate de no minimizar los riesgos reales
Minimizar una situación puede ayudar a evitar el temor o la ansiedad frente a la enfermedad o ciertos peligros, pero debe considerar toda la información objetiva que las autoridades de su gobierno están difundiendo para cuidarle y confiar en fuentes de información y datos objetivos.
Intente no maximizar la posibilidad de riesgo
El temor o la angustia frente a encontrarse considerado/a dentro de un grupo de riesgo, implica que deba tener más precaución y prudencia pero no desesperarse o entrar en pánico. Siga los consejos médicos preventivos.
Pedir ayuda o soporte no es molestar ni preocupar a los demás
Usted es competente, tiene recursos y puede realizar muchas cosas por su cuenta, pero hay momentos en que todas las personas nos encontramos con alguna limitación o impedimento y es natural acudir a otros en busca de una fuente de apoyo o ayuda práctica.
Cuidarnos y protegernos entre todos con empatía, compasión, amabilidad y respeto es fundamental.